Algunas empresas muy cerca al día de pago de impuestos mensuales suelen alcanzar al Contador la mayor cantidad de facturas de compras posibles. Lo anterior con el objetivo de pagar menos IGV.  Muchas de esas facturas corresponden a gastos personales. Una mala práctica que podría tener serias consecuencias.

Los gastos personales son aquellos consumos de uso y disfrute individual del dueño de la empresa, sus familiares o amigos y que no son atribuibles al negocio. Los ejemplos mas comunes son los almuerzos, cenas familiares, ropa, regalos, cine, combustible, joyas y viajes.

Los gastos personales no son aceptados por SUNAT para el cálculo del impuesto a la renta y por lo tanto no deben ser ingresados a la contabilidad . Tampoco son aceptados como crédito fiscal para el cálculo del IGV.

Consecuencias fiscales al contabilizar gastos personales

  1. Impuesto a la Renta: En una fiscalización SUNAT volverá a  calcular  el impuesto por pagar. Dejará de lado el total de gastos personales indebidamente restados de la utilidad. Con lo anterior el monto del impuesto será mayor. Al mismo tiempo sancionará a la empresa con una multa equivalente al 50% del impuesto omitido más los respectivos intereses.
  2. Impuesto General a las Ventas: Se tendrá que devolver todo el crédito fiscal usado indebidamente. Se pagará también la multa equivalente al 50% de impuesto omitido más los respectivos intereses.
  3. Dividendos Presuntos: El Fisco entenderá que los gastos personales pagados por la empresa son adelantos de las ganancias del dueño. Por lo tanto se debe pagar el 5% de retención la cual asumirá la empresa.

Principalmente estamos ante un tema ético que también resulta en un mal negocio. Cuando se trate de un gasto personal se debe solicitar una boleta . Cuando se trate de una gasto de la empresa se debe solicitar una factura.

Un viaje de negocios o un almuerzo con clientes serán gastos aceptados por SUNAT  si son necesarios para que el negocio tenga utilidades. Las norma tributaria establece pautas y límites específicos para cada tipo de desembolso. Estos gastos deben ser reales y razonables dentro del giro del negocio.

Considerar gastos personales como si fueran de la empresa es una mala decisión. La consecuencia directa es la disminución de las ganancias del negocio debido a las multas en intereses que luego hay que asumir.